sábado, 31 de diciembre de 2016

Feliz y Próspero Año Nuevo 2017


Amigos y amigas:
Dejamos definitivamente atrás el año 2016 para empezar el nuevo año 2017 lleno de ilusiones por hacer realidad nuevos proyectos y con la esperanza de que sea muy positivo. Estos son siempre nuestros deseos al arrancar la última hoja del calendario, pero para ello hemos de ser conscientes que buena parte del destino nos lo hacemos nosotros mismos y que la suerte es, a menudo, de quienes se la trabajan.
Para los próximos 12 meses continuaré publicando como es costumbre en el presente blog nuevas entradas sobre historia local de la ciudad de Barcelona, además de artículos de opinión acerca de la actualidad tanto municipal como mundial. Por ello, espero que quienes me siguen fielmente renueven su confianza y continúen expectantes a la llegada de novedades.
En estos momentos estoy viviendo una etapa de cambios positivos que, sin embargo, me obligan necesariamente a renunciar a determinados hábitos que hasta ahora tenía, y a tomar las riendas de otras pautas de las cuales hasta ahora no había considerado.
Continuaré mis colaboraciones en el Arxiu Històric de Roquetes-Nou Barris y en el Arxiu Històric del Congrés-Indians, pues mi participación me ha ayudado a adquirir conocimientos y experiencia en el ámbito de la historia y la cultura, a la vez que me ha posibilitado desarrollarme como geógrafo e historiador urbano. Aunque la vida supone a menudo renunciar a muchas cosas y aferrarse en aquello que hay disponible, es importante disponer de un espacio personal para poder desarrollar aquello que nos gusta, que en verdad nos da alegría y sentido a nuestra vida.


Otra faceta de la cual suelen preguntar mis seguidores y amistades es acerca de mis nuevos libros. En estos momentos tengo numerosos proyectos, de los cuales espero para el año 2017 poder hacer realidad al menos la mitad de ellos, ya que se trata de un proceso no tan rápido como sería de desear. Todo dependerá de la voluntad de las editoriales y de los recursos económicos.
Como es habitual, en el 2017 habrán buenanuevas y desgracias, alegrías y tristezas, porque la vida es una cuestión de equilibrio y ello es inevitable al formar parte de nuestro ciclo. Sin embargo, en buena medida depende de nuestra voluntad que el año sea mejor o peor. Ahora toca vivir el presente y con lo bueno de todos y cada uno de nosotros labrar un buen futuro.
Para el próximo año espero que Barcelona avance en mejoras urbanas, en la inauguración de nuevos equipamientos, en políticas sociales, en cultura, en innovación y en transporte. El modelo turístico debe actualizarse impidiendo la gentrificación de los barrios pero a la vez evitando la turistifobia y el provincianismo. Me gustaría que mi país fuese un estado con más miras hacia Europa, que llegara a situarse políticamente, socialmente, económicamente y culturalmente entre las grandes potencias. La diversidad cultural y lingüística no debería suponer una barrera sino un enriquecimiento y una oportunidad para la unidad, el entendimiento y la concordia. Reformar las declaraciones de principios como sería la Constitución Española debería tener como requisito que la ley esté al servicio de las personas y que ésta pueda usarse como herramienta práctica para prosperar y elaborar nuevos proyectos. De ser así, la ciudadanía se sentirá protegida y defendida, además de libre en el buen sentido de la palabra.


Es fundamental huir de los populismos y los radicalismos, propio de quienes tienen miedo o son débiles, pues ello únicamente agravará todavía más la situación de inestabilidad mundial. Salir de la crisis económica debería llevar a mejorar el modelo capitalista, eliminando errores y potenciando fortalezas para evitar volver a caer en una segunda crisis. Los modelos obsoletos deben dejarse atrás y apostar por una renovación, en la cual la economía debe estar al servicio de las personas. A la vez, debería terminar la crisis política, que también ha existido, en la cual la clase política ha perdido credibilidad ante su incapacidad de solucionar problemas decisivos. Deben recuperarse los líderes carismáticos capaces de cumplir sus promesas, los auténticos estadistas expertos en la materia, los cuales deberían además delegar poder de decisión a la sociedad como una forma de acercamiento no de superior a inferior sino de persona a persona.
La libertad de expresión nunca debería de ser coartada en un estado democrático, de ahí la importancia de evitar que quienes creen ser mejores que los demás o tener más razón, impongan sus ideas, coaccionando o avergonzando a quienes piensan diferente, incluso obligándolos de forma pasiva e indirecta a obrar contra su propia voluntad por miedo a sentirse desintegrados. La convivencia de ideologías, de grupos étnicos, de lenguas, de creencias y de culturas diferentes es factible y en buena medida ello depende de la ciudadanía. Sería un deseo encomiable evitar enfrentamientos estériles y politizar todo lo que nos rodea, pues ello merma la convivencia creando divisiones y enfrentamientos.


De todos estos temas y más, el 2017 decidirá qué rumbo tomará nuestro preciado mundo. Finalmente, una vez más quisiera dirigirme a mi pareja, a mi familia, a mis amistades, a las personas que me siguen habitualmente a través de mi blog y por las redes sociales, y también a cualquier persona ciudadana del mundo, para desearos que tengáis un Feliz y Próspero Año Nuevo 2017.

1 comentario:

alquiler de gruas dijo...

Feliz año nuevo aunque sea algo tarde! Esperemos que este año traiga salud y muchas buenas noticias para todos, es lo único que es importante para todos, un besazo Ricard